lunes, 23 de mayo de 2011

ACERCAMIENTO AL PERFIL DEL MEXICANO



Hablar del mexicano es complicado porque al hacerlo es uno mismo quien se autoevalúa, México es, en la actualidad, un país lleno de contrastes, un país pluricultural, territorialmente diverso y con diferencias poblacionales altamente marcadas, atormentado en la mayoría de los Estados por la violencia y la miseria; en los estudios que se han realizado de la tipología del mexicano se contemplan factores generalizables que tienden a dar una explicación objetiva, hasta donde las limitantes y atavismos permiten, tratando al mexicano como si fuera una sola persona, no perdamos de vista que en muchas ocasiones se nos ha impuesto un modelo acorde a las necesidades institucionales, que sirve para describir lo mejor posible a la nación donde vivimos, de la que algunos se preocupan, pero que está inmersa en un nacionalismo metafórico que no hace sino voltear hacía dos escenarios: 1) compuesto por el mundo antiguo autóctono, prehispánico y 2) el mundo colonial, cristiano y actual. Lo que es un hecho es la necesidad de dilucidar que nuestro origen es el génesis y punto de partida de todo estudio; no podemos entendernos si no verificamos las raíces que dan origen a este árbol del cual nos constituimos como ramas, que al analizarlas pueden convertirse en las causantes de la esterilización de las futuras generaciones, que en un deseo producido por los ideales, deben consolidar los lazos de identidad confianza y solidez que anhelamos en nuestro innegable complejo de inferioridad, al resaltar el idealismo por sobre cualquier otra postura.

La pregunta que nos hacemos en esta parte de estudio es ¿Qué es lo que estructura el comportamiento de los mexicanos? Existen en realidad pocos estudios al respecto. Y quienes se han consolidado en este afán por darle explicación a nuestro comportamiento, desde luego intentado encuadrar desde diversas áreas del conocimiento la conducta del mexicano, son los muy renombrados y también clásicos: Samuel Ramos con su Perfil del Hombre y la Cultura en México, Octavio Paz El Laberinto de la Soledad y Posdata; Santiago Ramírez Motivaciones Psicológicas del Mexicano, se unen los de Rogelio Díaz Guerrrero Psicología del Mexicano y Roger Bartra La Jaula de la Melancolía.

Si en Samuel Ramos es el complejo de inferioridad lo que estructura el comportamiento, aunado a la imitación mecánica y a la autodenigración, en Octavio Paz es el sentimiento de soledad que nos inunda y lleva confusamente a tratar de salir de ella a través de la simulación y el ocultamiento de nuestras personalidades tras una máscara, hermética y silenciosa. En Santiago Ramírez es la estructura familiar (poco padre, mucha madre y demasiados hermanos); así como la fuerte presencia de los preceptos religiosos, el alcoholismo y el machismo. Rogelio Díaz Guerrero construye una tipología del mexicano en donde estandariza a la sociedad mexicana en cuatro categorizaciones; y Roger Bartra quien denuncia que de todo lo anteriormente enunciado se ha valido la clase dirigente para mitificar el sentido del mexicano y volverlo un ente dócil y pasivo.

A partir de estos estudios, sabemos que somos seres con complejo de inferioridad y solos, donde nuestra respuesta es una actitud defensiva y, las más de las veces autodenigratoria; agredimos para que no nos sorprendan o para no vernos defraudados. Tenemos un enfoque religioso equivocado y festejamos cuanto se nos ocurre. Tenemos, por lo menos 10 días al año declarados feriados nacionales y en los que, por supuesto, no trabajamos, ni asistimos a la escuela; pero además tenemos las fiestas locales y los festejos de los santos patronos. Desgraciadamente, en México pasamos del festejo a la sangre, como dijera Octavio Paz "El país entero reza, grita, come, se emborracha y mata en honor de la Virgen de Guadalupe o del general Zaragoza".

Todos estos elementos van conformando nuestra cultura, eso que definimos como un conjunto coordinado de maneras de pensar, actuar y sentir, que nos identifica como colectivo. En este tenor culturalmente, cuando por lo regular se dan las características del mexicano, en general escuchamos aspectos negativos. Acertadamente Roger Bartra dice que se "ha inventado a un mexicano que es la metáfora del subdesarrollo permanente, la imagen del progreso frustrado". Los autores señalados nos muestran como una mezcla entre el indio estereotipado por nosotros y aceptado por la comunidad internacional, en donde nuestras virtudes no son otra que el adormilamiento y la apatía que nos hace estar recargados en un nopal, con jorongo, huaraches y sombrero; sí a este detalle le sumamos la visión que se tiene sobre el pelado mestizo de la ciudad, alburero, tramposo y fiestero, tenemos una mezcla interesante que pasa una línea psicológica de melancolía, desidia, fatalidad, inferioridad, violencia, sentimentalismo, resentimiento, evasión, etc. La imagen que nos presentan es mala y deplorable, superlativizada de defectos de lo que nos hace menos, de lo que nos impide tener identidad; sin embargo objetivamente el verse dogmatista ante las posturas planteadas, nos convertiría en nuestros verdugos, pues dentro de los estratos sociales y las diferencias existentes no cesamos de denunciar los males a los que estamos expuestos y al hacerlo nos hacemos como dice Ramos unos “pedantes” que lo único que hacen es ocultar un complejo de inferioridad también manifiesto por nuestra cultura.



Lo que se puede observar es que para explicar lo que somos debemos tomar en cuenta que desde el encuentro cultural entre México y España, ha habido una especie de negación de nosotros mismos, debido a que los españoles vinieron e impusieron no sólo su cultura sino también la religión; en el mexicano se percibe una especie de rebeldía, por una parte se niega todo lo que es impuesto, y por la otra se niega a sus orígenes, se niega a aceptar su sangre indígena. A lo largo de la historia del país muchos acontecimientos demuestran la lucha del mexicano por liberarse de sus raíces.

Todo esto hace suponer que al mexicano le hace falta algo, por ello busca desesperadamente ese algo. Y lo cierto es que le hace falta una plena identidad, y en su búsqueda se pierde y toma posturas y actitudes lejanas a su naturaleza. Así, vemos que la juventud e incluso la sociedad en general toma estereotipos extranjeros, que tienen su antecedente en un intento de mimetizarse, de imitar lo que nos parece bueno, lo que otrora fuera Europa y el antecedente de la invención de América, a partir de la tercera década del siglo pasado se transforma en un intento derivado de la envidia, de lo que no se puede poseer, codiciamos lo que vemos, lo que está más cerca de nuestra nación, así nuestros ojos se han desviado del modo de vida europeizante y aterrizamos en Estados Unidos de América; al centrar nuestra imitación en ellos divagamos en el pensamiento mágico que de esta manera estamos teniendo un mejor modo de vida, haciéndolos nuestro modelo, al que imitamos y al que aspiramos ser hoy en día.



No perdamos de vista que se ha estudiado al mexicano a través de la generalidad, de esta manera no podemos olvidar que en los procesos de aculturación del ser humano es él quien se adapta a la naturaleza y a la cultura debido a sus medio físicos, psicológicos y sociales, la personalidad de un sujeto resulta de su herencia biológica y su historia personal, diferencias nacionales y raciales. México depende de igual manera de estos factores, pero nuestras raíces son más disímiles, antes de la llegada de los españoles nuestra forma de organización era una autoritarismo teocrático, en donde de manera pragmática funcionaba un entramado social bien organizado. En el México prehispánico la noción del ser y estar se observaba como parte de una sencilla unión de elementos: sol, luna, agua, tierra, representados por sus respectivos dioses. Los dioses, naturaleza y humanos consistían un todo, que funcionaba excelente, la ambivalencia no era compleja sino consistía también en el todo. Lo anterior era parte de la estructura social que imperaba a México-Tenochtitlán, una compleja pero funcional estructura donde incluso los viejos eran tomados en cuenta como productivos al destinárseles comisiones como casamenteros (tecihuatlanque, o pedidores de mujeres), consejeros de los jóvenes o servidores en los templos. Respecto a los hombres y mujeres “había una clara diferenciación sexual: cada sexo tenía su lugar específico y sus actividades específicas (...) Ni ellos, ni ellas podían acceder a los lugares destinados a los otros (...) Afirmo que esta diferenciación estaba basada en la concepción general de universo y de las funciones que a cada uno le corresponde ocupar por el simple hecho de haber nacido hombre o mujer, más no en la superioridad de lo masculino sobre lo femenino”.(Landa de Pérez Cano, Concepción, La mujer antes, durante y después de la conquista, México, Gobierno del estado de Puebla, 1992).



Del otro lado observamos características diferentes pues el español consideraba a la mujer como un objeto, sin voz ni voto, sin derecho a la educación. Obviamente al recibir a las siete doncellas de los caciques, que ellos mismos le dieron para ser sus hermanos no las vieron como extensión de su especie y unión de dos culturas, sino como objetos, como parte de un tesoro que merecían por haber sido tan valientes para llegar a esas lejanas e inhóspitas tierras. Al considerarlas un objeto, no tuvo remordimiento alguno cuando violó a las mujeres de los naturales, despojando así del honor que debían cuidar estas mujeres, convirtiéndolas de esposas a ahuianis (prostitutas). Esto causó conmoción a los hombres de México que ya no vieron a la pareja fiel, que guarda su honra, sino a una aliada (sin consentimiento de ella) de los españoles. Imaginemos esto: si yo confiaba en mi mujer, y éramos un equipo, ahora que me ha traicionado, me siento culpable por haber confiado en ella. Por ello no debo de confiar en una mujer, ni en la mujer de mi amigo, ni tampoco en mi amigo porque tal vez también abuse de mi mujer. Este es un miedo legado de la conquista, entre los muchos existentes.

Otros de de gran trascendencia y que definitivamente explica con singular magistratura Ramos son: 1) autodenigración, porque no hay un sentimiento de pertenencia para ninguna de las dos culturas, el mexicano no es ni de aquí ni de allá, esta característica, necesariamente lo lleva a un sentido de inferioridad. 2) imitación, que como ya vimos, tiene su consecuencia, en lo que podemos observar en la juventud de hoy, un deseo desmedido por pertenecer a una aldea global y específicamente a Norteamérica que con su transculturización nos ha impuesto un estilo de vida, que ha dañado el poco sentido de pertenencia con el que contaban los mexicanos, desde luego transformado en una fusión aceptada y que comúnmente observamos y entendemos bajo en nombre de costumbres y valores mexicanos; la consecuencia lógica es que cada vez estamos más transculturizados, en el lenguaje, los alimentos, la forma de vestir, en los gustos artísticos, arquitectónicos, en fin, que cada vez con mayor intensidad deseamos el modo de vida “americano”.

Lo real es que los cambios vertiginosos nos obligan a buscar un antecedente que nos facilite el entendimiento del por qué somos como somos, no podemos emplear la tabula rasa que se sostenía el siglo pasado en donde surgió el pensamiento de los flamantes Ramos y Paz, pues hemos dejado de ser un país rural para transformarnos en ciudadanos cada día más industrializados, en consumidores voraces. Somos un país de más de cien millones de mexicanos con profundas desigualdades; pero en un afán de entendernos un poco más podemos sacar de los estudios realizados características más o menos estandarizadas que nos ayuden a entender al mexicano en su aspecto cultural.



CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LOS MEXICANOS:

Sobrevalora todo extranjero, se apoya en las influencias porque siente no valer sobre sí mismo, entre otras características: fanfarronea, es impuntual, amante de las antesala, queremos ser importantes, insubordinación, anarquía, miedo, envidia, despilfarro. Critica a los demás, abusa de diminutivos en cosas y personas, es altamente susceptible y practica muchísimas formas de corrupción que deja de ser un problema moral para convertirse en cultural, cada persona es lo que lo rodea y con base en ello toma sus decisiones, su personalidad la da su familia o ascendencia, los mexicanos ofrecen resistencia al trabajo. El mexicano padece una ambivalencia de identidad, experimenta temor, masoquismo, anonimato, es servilista, dócil, resignado. Es individualista y ejerce un patriarcado, las costumbres de los mexicanos refuerzan el valor de la familia, los mexicanos necesitamos que reconozcan nuestros esfuerzos. Nos escondemos en la ironía (a la selección nacional les decimos los ratones verdes), en el albur (la vida es un camote, agarre su derecha) y en el chiste (de todos sabores y de todos colores). Todas ellas como formas violentas para no mostrar nuestros afectos, para no rajarnos y que nos digan cobardes. En política el sentido paternalista está altamente arraigado a decir de Paz hoy en día el Estado mexicano es un monstruo generoso que regala prebendas a sus súbditos a cambio de cancelar sus libertades, lo irónico es que existe una complicidad tácita en donde los mexicanos toleramos y consentimos nuestras propias fatalidades.



En otro tenor no debemos perder de vista que todo comportamiento es un contrato psicológico, es decir, un convenio no escrito al interior del grupo, donde se establecen expectativas mutuas de acuerdo al rol que se desempeña. Como vemos, se van construyendo estereotipos de comportamiento: macho, resignado, violento, simulador; todo ello va produciendo, a su vez, un efecto que legitima y homogeniza, se construye un mito más, de los miles que tenemos, que sirve a la continuidad del orden establecido. Este mito define a los mexicanos como una persona que se mueve entre el salvajismo rural de los indios melancólicos y la agresividad artificial y alburera de los pelados de la ciudad. Y ante ello no hay nada que hacer, reza el nacionalismo oficial, así somos y ni modo, y por designio divino nos justificamos, bajo la idea de que no podemos ni debemos cambiar.



Nuestra psicología profunda, como mexicanos, está plagada de pensamientos mágicos (percepción que nos hace aislarnos de la realidad y que nos hacen permanecer en un espejismo inexistente, pero real para el que lo vive). La vida está llena de casualidades que reafirman el pensamiento mágico del mexicano. Así funcionan las profecías autocumplidas, características también en nuestra psicología. Estas consisten en pensamientos inconscientes repetitivos que crean un suceso. El mejor ejemplo de ellas son los horóscopos, que al predecir un evento logran que nuestro inconsciente cargue esas ideas y busque hacerlas realidad; Leo: hoy tendrás un día maravilloso, y leo lo tiene, por que necesitaba tenerlo, y además tenía el permiso para hacerlo. En resumen, si nuestra creencia es muy fuerte hacia algún acontecimiento, es posible que ocurra, no por fuerzas misteriosas, sino por nosotros mismos. Nosotros provocamos nuestros males, nuestras calamidades, nuestras desdichas.

Otro problema que afecta al mexicano de una manera preponderante es que no sabe trabajar en equipo, el mexicano no trabaja en equipos por el miedo a ser defraudado, de ser traicionado, de aceptar a alguien como compañero o compañera y que después lo avergüence. Por eso el mexicano es individualista, prefiere trabajar con él mismo a esperar la traición cuando trabaje con otro, este problema es visto como una limitante mayor, tanto en la vida laboral como en la vida escolar, pilares desde luego de suma importancia para el desarrollo de nuestro pueblo.



Problema fundamental en el mexicano es también su machismo y la visión del hombre hacia la mujer, lastre que lacera y nos encadena a una involución que es preocupante y atroz, la mujer en nuestro México ha figurado como una traidora a su pueblo, por lo que se han acuñado términos como malinchismo (el admirar, respetar y desear pertenecer a otra cultura), es la primera razón por las cuales el mexicano considera como inferior a las mujeres, ya que pueden traicionarlo, pueden venderlo. En esta lucha de superioridad de la mujer al aliarse con el enemigo y la inferioridad del hombre por no poder repeler a éste, se inicia una gran contradicción de la psicología del mexicano: el hombre es hijo de la mujer traidora, a la vez víctima (por haber sido violada), es un hijo no deseado, producto del enemigo. De lo anterior se origina la crisis de identidad que tiene el mexicano ¿quién soy? Aunque cada día la mujer deja el hogar para convertirse en un elemento clave de la economía del país, muchos mexicanos opinan que la mujer es "para la casa", ya que existe el miedo ancestral de que ella deje su sumisión y demuestre que puede hacer muchas de las tareas que son consideradas masculinas, enfrentando al varón con algo que ha rehuido hace siglos: encontrar su identidad mexicana.



El mexicano, es también, totalmente reservado en sus sentimientos, siempre se los guarda, porque siente que si llega a desahogar con alguien, ese alguien se va a aprovechar de la información que sabe, es decir, los mexicanos desquitan sus sentimientos a través de las fiestas, en éstas no podremos darnos cuenta que si una persona está mal o si realmente está contenta el mexicano, en cualquiera de sus clases sociales, tiene en mente, siempre, a la familia, y la religiosidad, decía Paz “la alegría disfraza la tristeza”.



Por último, resulta útil la visión crítica de Rogelio Díaz Guerrero en su Estudios de psicología del mexicano, al tipificar en cuatro grandes grupos a los mexicanos, que desde luego no constituye algo categorizante, pero que nos dan una idea desde el punto de vista conductualista lo que puede ser el mexicano:



a) MEXICANO PASIVO, OBEDIENTE AFILIATIVO (Tipo Más Común)

Familia mexicana más tradicional. Áreas rurales, provincias del centro y del sur Clases bajas (12 años, 15 años, adultez)

Poco rebeldes, conformes, disciplinados, conviven con la familia y amistades, control interno, obedientes, complacientes, y fuerte y bien integrado. Resultados académicos mediocres, poco impulsivos, ordenados, limpios, metódicos, pacientes, cautelosos, lentos, agradables. Difícilmente llegarán a tener un puesto de dirección, buscan protección de personas más poderosas que ellos. Si pierden la protección de la familia pueden sufrir un desequilibrio emocional.



b) MEXICANO REBELDE ACTIVAMENTE AUTOAFIRMATIVO

Clase media alta (12 años, 15 años, Adultez)

Se opone a la obediencia, dominante y agresivo, se enoja y no le importa lastimar, peleonero, tosco, controlador, autoritario, independiente, autónomo, individualista, autosuficiente, solitario

Inteligencia despierta, compulsivo, impaciente, audaz, desagradable, desaprobación de las reglas sociales, problemas emocionales y de ansiedad. Extremistas políticos, puestos gubernamentales, empresarios, ejecutivos, científicos. Obtienen éxito.







c) MEXICANO CON CONTROL INTERNO ACTIVO

Tienen los aspectos más positivos de la cultura mexicana

Familias acomodadas y pobres (12 años, 15 años, Adultez)

Libertad interna que le permite elegir para adoptar los mejores gajos de la cultura. Buen nivel académico. Estudiosos y capaces, afectuosos, afiliativos, complacientes, buenos, inteligentes, cumplidos, responsables, recursos internos para afrontar los problemas, aseados, sistemáticos, ordenados, poco impulsivos, poco temerarios, no son corruptos. Superioridad cognitiva, organizado, limpio, ordenado, autoafirmativo, poco ansioso, gran libertad interna, complace sin servilismo, prefieren estar en puestos de mando, ocupan posiciones altas en el campo profesional, les gusta la política honrada, honestos y modestos.





d) MEXICANO CON CONTROL INTERNO PASIVO

Tienen los aspectos más negativos de la cultura mexicana

Todas las clases sociales (12 años, 15 años, Adultez)

Descontrolados, agresivos, impulsivos, pesimistas, rebeldes, desobedientes, pocos éxitos académicos, enojones, no les importa lastimar, peleoneros, irritables, vengativos, toscos, desobedientes, ingobernables, desorganizados, descuidan su figura, convenencieros, dependientes, corruptos, Agresivos, impulsivos, desordenados, rebeldes, machos, pocos éxitos intelectuales, mentirosos, intentan ser líderes oportunistas, cínicos. Machos, frustrados, se burlan de los problemas en vez de afrontarlos, cínicos, irónicos, amargados, corruptos, mediocres a nivel profesional.


Alejandro Vargas Navarrete


jueves, 17 de marzo de 2011

San Patricio

SAN PATRICIO

Archivo:Saint Patrick (window).jpg

Patricio nació con el nombre de Maewyn alrededor del año 387 en Wales. Era hijo de un oficial romano, cuya religión era el cristianismo. A los 16 años cayó prisionero de piratas irlandeses y fue vendido como esclavo. Tras varios intentos, logró huir y se convirtió en predicador del Evangelio en Irlanda, isla que en esos tiempos se encontraba dividida en numerosos clanes sometidos a la poderosa autoridad de los druidas.



Se adaptó muy bien a las condiciones sociales del lugar, formando un clero local y varias comunidades cristianas, respetando las tradiciones y costumbres propias de sus habitantes. Se le conoce como el Apóstol de Irlanda, donde murió hacia el año 461 causa de su vejez.



Una tradición irlandesa le atribuye la hazaña de haber librado la isla de serpientes. Actualmente, Irlanda es la única región de las Islas Británicas que no posee ofidios silvestres.


Su fiesta se celebra el día 17 de marzo. La Fiesta de San Patricio es muy celebrada en Irlanda, de donde es patrón, y sobre todo en Estados Unidos. Cada 17 de marzo se organiza en Nueva York un gran desfile por la Quinta Avenida en la que participan multitud de personas vestidas de verde.



Patricio tuvo que explicar una vez lo que era la Santísima Trinidad. Para que todos lo entendieran utilizó un trébol como muestra, explicando que la Santísima Trinidad, al igual que el trébol, era una misma unidad pero con tres personas diferentes (una misma hoja con tres foliolos).






LA CORAZA DE SAN PATRICIO



Me levanto hoy,


por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad,


por medio de creer en sus Tres Personas,


por medio de confesar la Unidad, del Creador, de la Creación.


Me levanto hoy,


por medio de la fuerza del nacimiento de Cristo y su bautismo,


por medio de la fuerza de su crucifixión y su sepulcro,


por medio de la fuerza de su resurrección y asunción,


por medio de la fuerza de su descenso para juzgar el mal.


Me levanto hoy


por medio de la fuerza del amor de Querubines,


en obediencia de ángeles, en servicio de arcángeles,


en la esperanza que en la resurrección se encuentra recompensa,


en oraciones de Patriarcas, en palabras de Profetas,


en prédicas de Apóstoles, en inocencia de Santas Vírgenes,


en obras de hombres de bien.


Me levanto hoy,


por medio del poder del cielo:


luz del sol, esplendor del fuego, rapidez del rayo,


ligereza del viento, profundidad de los mares,


estabilidad de la tierra, firmeza de la roca.


Me levanto hoy,


por medio de la fuerza de Dios que me conduce,


poder de Dios que me sostiene, sabiduría de Dios que me guía,


mirada de Dios que me vigila, oído de Dios que me escucha,


palabra de Dios que habla por mí, mano de Dios que me guarda,


sendero de Dios tendido frente a mí,


escudo de Dios que me protege,


legiones de Dios para salvarme de trampas del demonio,


de tentaciones, de vicios, de cualquiera que me desee mal,


lejanos y cercanos, solos o en multitud.


Yo invoco éste día todos estos poderes entre mí y el malvado,


contra despiadados poderes que se opongan a mi cuerpo y alma,


contra conjuros de falsos profetas,


contra las negras leyes de los paganos,


contra las falsas leyes de los herejes,


contra obras y fetiches de idolatría,


contra encantamientos de brujas, forjas y hechiceros,


contra cualquier conocimiento corruptor de cuerpo y alma.


Cristo escúdame hoy, contra filtros y venenos,


contra quemaduras, contra sofocación, contra heridas,


de tal forma que pueda recibir recompensa en abundancia.






Cristo conmigo, Cristo frente a mí, Cristo tras de mí,


Cristo en mí, Cristo a mi diestra, Cristo a mi siniestra,


Cristo al descansar, Cristo al levantar,


Cristo en el corazón de cada hombre que piense en mí,


Cristo en la boca de todos los que hablen de mí,


Cristo en cada ojo que me mira,


Cristo en cada oído que me escucha.


Me levanto hoy,


por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad,


por medio de creer en sus tres Personas,


por medio de confesar la Unidad,


del Creador de la Creación.









jueves, 6 de mayo de 2010

Todo depende de la posición

TODO DEPENDE DE LA POSICIÓN...




Según estudios recientes,

hacerlo parado fortalece la columna;

boca abajo estimula la circulación de la sangre;

boca arriba es más placentero;

hacerlo solo es rico, pero egoísta;

en grupo puede ser divertido;

en el baño es muy digestivo;

en el auto puede ser peligroso...

Hacerlo con frecuencia desarrolla la imaginación;

entre dos, enriquece el conocimiento;

de rodillas, resulta doloroso...

En fín, sobre la mesa o sobre el escritorio,

antes de comer o de sobremesa,

sobre la cama o en la hamaca,

desnudos o vestidos,

sobre el césped o en la alfombra,

con música o en silencio,

entre sábanas o en el clóset:

hacerlo, siempre es un acto de amor y de enriquecimiento.

No importa la edad, ni la raza, ni el credo, ni el sexo, ni la posición económica...






... Leer es un placer!!!





DEFINITIVAMENTE, LO MEJOR ES LEER Y DISFRUTAR DE LA IMAGINACIÓN, Y TÚ LO

ACABAS DE EXPERIMENTAR.







¡¡ENRIQUECE TU HÁBITO POR LA LECTURA!!





¿Qué tenías en mente? Siempre pensando lo que no es, ¿eh? Jajajaja!!!

miércoles, 14 de abril de 2010

EL PRINCIPITO

DE ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY


Uno de mis libros favoritos, que sin duda se convierte en uno de los obligatorios de la literatura universal, es el Principito, el cual nos acerca al mundo, muchas veces olvidado, de nuestro niño interno; página a página el autor nos hace ver la vulnerabilidad de los seres humanos, que nos fijamos en todo menos en lo que es esencial, que reside sin duda no en los bienes materiales, sino en el interior de nuestros corazones.

Cuando uno se acerca a este libro da la impresión de arribar a una lectura que pudiera ser para niños, sin embargo la riqueza verdadera sólo puede ser descubierta en el interior de ese niño perdido que todos hemos escondido, pero que habita en la madurez y la experiencia que sólo los años pueden dar. Son muchos los valores, grandes las enseñanzas que hacen de esta lectura una de las indispensables para iniciar el habito por la lectura, al hacerla nos sumergimos en un mundo del que difícilmente dan ganas de salir, el mundo que habita en nosotros en cada momento, el mundo de la simplicidad de un niño que no ve la malicia y si el desacierto del mundo adulto que lo contamina todo con el egoísmo y la hipocresía.

El libro del Principito inicia en el Sahara cuando el autor Antoine de Saint Exupéry tienen una avería en su avión y cae en medio del desierto; justo en esa pena El Principito aparece cargado de curiosidad y deseoso de ser escuchado, al adentrase en su mundo el autor descubre que no se trata de un habitante de la tierra, sino de un pequeño príncipe que ha venido de un planeta que los astrónomos identifican como el esteroide B612; ahí es el dueño de tres volcanes que no rebasan sus rodillas –uno de ellos inactivo- y que tiene que cuidar constantemente de los temibles boababs, árboles que tiene que arrancar so riesgo de que destruyan al planeta; un día el Principito ve nacer una planta distinta que se convierte en una hermosa Rosa, a la que el Principito cuida y ama, pero la Flor no corresponde a su amor –no como el quiere-, motivado por esa decepción, le dice adiós a su amada y decide irse lejos para evitar sufrimiento y sanar su confusión. Aprovechando la migración de unas aves, en su viaje recorre 6 planetas habitados por: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, en el diálogo con cada uno de ellos –casi todos hablan de el significado que tienen las estrellas en sus vidas-, el autor pone en evidencia la superficialidad de los hombres que pierden el tiempo en todo menos en lo que es fundamental para alcanzar la felicidad; es el geógrafo quien le recomienda visitar el planeta tierra; a su paso por él, el Principito va comprendiendo poco a poco sus sentimientos y sobre todo valorando a su Flor y el gran amor que le tiene, y todos los riesgos que implican amarla, pero se da cuenta que es el amor por lo único que vale la pena vivir. En su paso por el planeta tierra el pequeño príncipe tiene varios encuentros: con una montaña y su eco, con una flor solitaria, con una serpiente, con un rosal de más de cinco mil flores, con un zorro a quien “domestica” que al final le dice su más preciado secreto: “lo fundamental es invisible a los ojos”, y finamente con el autor en medio del desierto, para convertirse en refugio, en algo más que en simples acompañantes, cada quien en su desierto: uno en el terreno físico y el otro en el emocional, pero finalmente el mismo desierto, que no son otra cosa que sus problemas. Al final del libro, después de todo lo que vive, el Principito sabe que lo que motivó ese viaje es lo único por lo que vale la pena vivir: su Flor, a la que cuida, a la que protege del viento, a la que le quita las orugas y le pone el biombo y el globo de cristal; entiende que la única forma de regresar con ella es renunciar a sí mismo, renunciar a todo, incluso a su cuerpo pesado, por lo que decide que la serpiente sea el medio para regresar a ella; finalmente, en este libro quien triunfa es el amor, ya sea como amistad de verlo en todas las estrellas al mirar el cielo o en el infinito consumado con la unión de un hombre y su Flor, a pesar de los riesgos en forma de corderos que la asechan constantemente.

En esta historia se resume la vida misma, amar es un acto tan complejo que sólo mediante los ojos de niño puede ser entendido; con esta historia sabemos que la literatura es la mentira más grande que cuenta las verdades más ciertas, de ahí su importancia trascendental como obra que se incorpora como una de las joyas de la literatura universal, que no necesita mercadotecnia ni ardid para engañar. El Principito es una novela única e indispensable que enseña más que todos los libros de superación personal.

LAS BATALLAS EN EL DESIERTO


Aún recuerdo el día en que un amigo eventual me recomendó leer Las batallas en el desierto, era un día de primavera como los de ahora: frescos, con ese olor característico de tierra recién mojada por una lluvia escasa, que sólo despierta para refrescar la aridez de la tierra que se prepara a un tiempo de secas intenso; recuerdo que cuando escuché la historia sentí mucha curiosidad, que se vio saciada cuando compré la novela de José Emilio Pacheco. Tiempo después me enteré que es la novela más vendida en México y no es para menos, su historia te atrapa, te seduce y te hace revivir hechos de cuando eras niño, en un país donde todo parece que sigue igual o hasta un poco peor.

Esta es una novela que inicia ubicándonos en el tiempo: los años de Gobierno de Miguel Alemán (finales de la década de los 40´) y en un lugar: la ciudad de México, colonia Roma; la historia es Narrada por el personaje principal: Carlos el hijo de un empresario de jabones venido a menos por culpa de la introducción de los detergentes en polvo a nuestro país. Por la economía cada vez más difícil, Carlos es cambiado del Colegio México a una escuela pública cuyo patio es de un polvo rojizo, sin árboles (que lo asemejaban a un desierto), lugar donde se desencadenan las batallas en el desierto, árabes contra judíos, luchas de recreo que eran un reflejo de las peleas constantes vividas y movidas por la verdadera intolerancia y verdaderos prejuicios raciales que movía a estar en “guerra” continua. Un profesor de apellido Mondragón se oponía a la realización de esas batallas que se luchaban incansablemente, campañas interminables de las que los vencidos siempre buscaban venganza, que a pesar de múltiples intentos, nunca pudieron ser sofocadas.

Es en la “guerra” que Carlos conoce a Jim hijo de Mariana y amante de un funcionario que colabora en el Gobierno del Presidente Alemán. Un día, después de la escuela, Jim invita a Carlos a su casa, un departamento modesto, pero que tiene lujos como la sandwichera que sólo se conseguía en Estados Unidos, como las fotos de personalidades de la política mexicana, pero quizá la más grande joya era la propia Mariana, mujer de 28 años “fresca y hermosísima” de la que se enamora perdidamente Carlos.

Ese amor infantil, termina por revelarse en un acto singular, un día Carlos escapa de la escuela y busca a Mariana en su casa y le confiesa su amor, esto provoca problemas a todos, especialmente a Carlos que es llevado con un psiquiatra, acusado con el alto clero (el arzobispo monseñor Martínez) y cambiado de escuela, con la sentencia manifiesta de nunca más ver a esa mujer, acusada socialmente por su situación de amante y principal sospechosa de incitar menores. Otro de los acusados y sospechosos de “tan reprobable conducta” fue Héctor hermano de Carlos estudiante de la Universidad Nacional, de ideas libertarias y que tenía que ser encerrado en el sótano con llave para que no abusara sexualmente de las sirvientas.

El tiempo en la novela pasa y un día Carlos se encuentra a Rosales, uno de los alumnos más destacados del colegio, que termina vendiendo chicles en los tranvías, al platicar con él, se entera que Mariana había muerto el diagnóstico fue suicidó, pero todo mundo supo que días antes le gritoneo a su amante político “Discutieron por algo que ella le dijo de los robos del gobierno, de cómo se derrochaba el dinero arrebatado a los pobres. Al señor no le gustó que le alzara la voz allí delante de sus amigos poderosísimos: ministros, extranjeros millonarios, grandes socios de sus enjuagues, en fin. Y la abofeteó delante de todo mundo y le gritó que ella no tenía derecho a hablar de honradez porque era una puta.” Carlos al no creer lo que le dijo Rosales decide buscar de Mariana en su departamento, pero nadie sabía nada de ella ni de Jim, como esos secretos que es mejor no contar, secretos que son sepultados al ser demolidos esos edificios.

El libro termina en que Carlos nunca supo si Mariana se murió o si estaba con vida; finaliza sin que supiera nada de su pasado en sus días de las batallas en el desierto, como si esa parte del tiempo no hubiera existido o como si hubiera sido su invención. Este libro vale la pena de ser leído no sólo por que es muy cortito sino porque constituye un testimonio cultural, que deja entrever las desigualdades de un México en donde tristemente termina por sobreponerse el poder sobre la inteligencia y la represión sobre la paz social. Termino citando el estribillo de la canción Las batallas que Café Tacuba cantara al resumir este libro, después de ver esta realidad sólo me queda decirle a México: “Por alto que esté el cielo en el mundo… por hondo que sea el mar profundo… no habrá una barrera en el mundo… que mi amor profundo no rompa por ti…”

miércoles, 24 de febrero de 2010

FARENHEIT 451 DE RAY BRADBURY

Alex vn

Farenheit 451 es una de las mejores novelas del siglo XX. Esta obra ha sido estudiada a detalle y eso la incorpora en un lugar privilegiado dentro de la literatura del siglo pasado. Fue escrita por Ray Bradbury, estadounidense crítico de su sociedad; su obra es una auténtica joya que se anticipa a hechos que en nuestros días están ocurriendo. Farenheit 451 es un llamado a la humanidad para no entregarse a la manipulación que hacen los gobiernos a través de los medios masivos como la televisión; es un grito a todo pulmón para no perder uno de los más grandes tesoros con los que contamos: los libros.

La historia narra una parte de la vida de Guy Montag, bombero de una ciudad en donde existe un orden total, una sociedad libre de angustias, este orden excluye a los “revoltosos”, que generalmente son personas que poseen libros y los leen; dejar de leer fue un acto consensado y voluntario, que se realizó para evitar pensar y con ello sentir preocupaciones y angustias innecesarias. El trabajo de Montag consiste en quemar las casas que albergan libros, si alguien los posee debe ser denunciado por constituir un grave riesgo social. Montag tiene por vecina a una muchacha de 17 años de nombre Clarisse McClellan, que junto con sus padres son tachados de "antisociales" porque ejercen su libertad de pensar. Al principio, motivado por la preservación del orden Guy la tacha de loca, pero sus pláticas con la muchacha lo empiezan a hacer dudar y preguntarse si verdaderamente es feliz. Por lo que comienza a darse cuenta de que la respuesta está en los libros; a su joven amiga la matan fingiendo que fue un atropellamiento.

Uno de los personajes de la novela que representan al sistema es el jefe de cuadrilla de bomberos de Montag: el capitán Beatty, que señala constantemente a sus hombres que los libros hacen sentir mal a las personas y que por eso deben destruirlos. En una ocasión Guy Montag acude a un incendio donde tiene que quemar la casa de una anciana que tiene una biblioteca, antes de rociarla con petróleo para encenderla toma un libro y lo esconde entre sus ropas (después se sabe era una Biblia), al intentar sacar a la ancianita se niega a salir y ella misma se prende fuego junto con su casa, esto impacta a Montag y lo hace pensar sobre los libros.

Montag está casado con Mildred (Millie), que representa la banalidad y por tanto a una ciudadana ejemplar y comprometida con el sistema, la única preocupación de Millie es adquirir una cuarta pantalla de televisión, ella es fría y demuestra su desinterés por su familia. Montag pronto se da cuenta que las cosas no marchan tan bien como el creía, por lo que decide buscar a un viejo que conoció en uno de los parques, un profesor de literatura llamado Faber. Una vez reunidos diseñan un plan para iniciar una revolución de conciencias. Faber propone contactar con un impresor desempleado y con varios amigos exiliados que comparten esa idea. Le da a Montag un dispositivo (chícharo) para que se puedan mantener comunicados y guíe a Montag para que el plan triunfe, además de las ansias de Faber de oír los dichos del capitán Beatty.



Al regresar a su casa, el protagonista encuentra a Mildred y a unas amigas hablando. Molesto por su incompatibilidad y por ver que son incapaces de dar cariño a sus maridos e hijos, saca un libro de poesía y les declama. Una de las amigas se pone a llorar y otra se enfurece. Faber le reprocha por haber hecho esto, ya que lo considera una imprudencia. Motivados deciden ir a enfrentar a Beatty, pero este se muestra muy astuto en cuanto a sus argumentos y objeciones. Suena un aviso de alarma y marchan a atenderla. Cuando llegan al lugar Montag ve horrorizado que es su propia casa. Al llegar, Mildred se va en un taxi. Beatty le revela a Montag que fue ella y sus amigas quien hicieron la denuncia. Por lo que le ordena quemar él mismo la casa junto con los libros. Beatty empieza a golpear y a provocar a Montag y cuando se da cuenta del dispositivo con el que Montag se comunicaba con Faber lo destruye y jura ir en busca de Faber para aniquilarlo. Enfurecido, Montag quema vivo a Beatty con su convirtiéndose en un prófugo de la justicia.



Montag va a casa de Faber, este le da dinero para patrocinar la producción de libros. En medio de su huida se da cuenta de que el país ha entrado en guerra. A pesar de que se había organizado una intensa búsqueda por parte de las autoridades, Montag logra escapar al bosque, dando con un grupo vagabundos que resultan ser académicos dirigidos por un hombre llamado Granger, quien le cuenta que la misión de ellos es ir por bosques y ciudades memorizando libros para transmitirlos oralmente y así, un día, poder imprimirlos. Mientras caminaban a las afueras de la ciudad se oyen venir a los aviones y caer bombas, destruyendo la ciudad.



Farenheit se transforma en la voz para hacer algo a fin de que todos nos hagamos conscientes y no cometamos el error que se marca en la novela, de ir abandonando voluntariamente la lectura; Ray Bradbury es un genio que anticipa lo que en pocos años puede ser una realidad que en nosotros está prevenir.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Los ¿niños héroes? un mito más...

Se dice mucho de la defensa histórica del Castillo de Chapultepec ocurrida el 13 de septiembre de 1847, tal vez sumergidos en el acostumbrado y nunca bien ponderado sentimentalismo que nos es propio, esta fecha despierta en muchos ciudadanos emociones supranacionales, que dicho sea de paso, se unen a los festejos que se hacen en la glorieta del ángel por ver empatar o ganar a la selección nacional.

Lo cierto es que este mito solemnizado por el insigne Miguel Alemán un siglo después (1947), este es un ejemplo más que dejan ver nuestra debilidad por buscar asideros que hacen que solemnicemos los mitos menos pensables; lo cierto es que lo que pasa por mi mente es que el trece no debemos preocuparnos ni por los niños, ni por los héroes, que en el último de los casos serían un daño colateral; el homenaje tal vez sea para los miles de mexicanos que no se nombran y que si murieron por darnos patria y libertad ese memorable día, que murieron en chapultepec y en las calles, anónimos, sin nombre y que tenían en contra hasta la voluntad de Santa Anna y otros tantos que deseaban una invasión consensada... 

viernes, 11 de septiembre de 2009

Políticos burros


Es complicado que las personas no se enojen cuando ven tanta opulencia en los políticos que nos representan, al principio las buenas caras y las sonrisas, al final sólo nos queda el lamento de que sólo buscaban enriquecerse y la visión de que casi nadie quiere trabajar por su comunidad. Lo más triste es cuando la ignorancia de quienes nos representan se hace manifiesta en la interpretación de lo que ellos creen es lo mejor para nosotros. Es en ese justo instante que me pregunto ¿una persona como ellos que no pueden resolver ni siquiera sus propios conflictos personales, pueden ayudarnos a resolver los grandes problemas de nuestros municipios, Estados o Nación? yo creo que alguien debe hacer algo...